Volando en la Nueva United Polaris Business del Boeing 777 entre Ezeiza y Houston

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Repaso de un excelente vuelo a bordo de la nueva cabina Polaris Business class de United en uno de sus renovados Boeing 777-200. Así comenzaba un breve viaje a USA con Seattle como destino final. Más allá de los detalles del viaje, demos una mirada a lo que fue este vuelo, con una flamante configuración de cabina. Si bien fue mi primera vez en United, ya creo que es una de las mejores formas de volar entre Sudamérica y USA.

El aeropuerto

Llegamos a Ezeiza con tiempo y despachamos el equipaje en la línea exclusiva de business.

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Luego hicimos uso una vez más del excelente servicio de migraciones exclusivo de Aeropuertos VIP Club. Gracias a la tarjeta HSBC Premier Black tengo 8 accesos por año, más que suficientes para mi ritmo de viajes actual.

Servicio de Migraciones Exclusivo y la Sala Aeropuertos VIP Club Ezeiza

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Como la sala en sí no era gran cosa, nos fuimos a esperar el vuelo a la sala Star Alliance Ezeiza, al que ingresamos gracias a nuestro ticket de business class de United. Si bien se puede acceder a la sala usando Priority Pass, el acceso está restringido para el horario en que sale el vuelo de United. Esto hace que la sala esté muy tranquila a esta hora, ya que sólo están los pasajeros de business del vuelo de United, y algunos socios elite Gold o superior de Star Alliance.

Sala VIP Star Alliance Ezeiza

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Faltando algo más de 45 minutos para la partida bajamos al sector de embarque, y nos dirigimos a la puerta 2, desde donde saldría nuestro vuelo. Llegó entonces el inicio del embarque, empezando por los pasajeros de clase business, como es costumbre.

La nueva cabina United Polaris business del 777-200 de United

Mis primeras impresiones de la cabina fueron excelentes. Una cabina completamente nueva, con asientos en una configuración tipo tetris, pero que satisface casi todos los gustos de los viajeros.

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Con sólo 4 asientos por fila, la disposición de asientos es un mix estilo tetris entre una configuración “reverse herringbone” (espina de pescado), y 1-2-1 tradicional como los que ofrece por ejemplo Iberia. En este modelo también se alterna entre asientos próximos a la ventana o próximos al pasillo en los laterales, y próximos al pasillo o adyacentes en el sector central. La diferencia es que al mismo tiempo los asientos varían en su orientación, siendo los de las filas impares paralelos al fuselaje, mientras que los de las filas pares están algo inclinados, para aprovechar al máximo el espacio.

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La genialidad de esta cabina es que el diseño de los asientos permite que aquellos que se encuentran juntos en el sector central estén adyacentes, similares a lo que ofrece Iberia en su cabina business. Los asientos de las filas pares en cambio, al estar dispuestos con cierto grado de inclinación, ofrecen mayor privacidad que otros modelos, especialmente para quienes quedan del lado del pasillo.

Vean por ejemplo los asientos del sector central. El asiento de la fila 8 queda del lado del pasillo pero ofrece mayor privacidad que otros modelos.

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Del lado de la ventana, también tenemos esa alternancia entre los asientos pegados a la ventana que ofrecen total privacidad (filas impares), con los que quedan sobre el pasillo (filas pares), que al estar inclinados no quedan tan expuestos. Podemos decir que en este diseño se tomó lo mejor en cuanto a privacidad de una disposición espina de pescado, pero con la mejora especialmente en los asientos centrales para parejas que viajan juntas (estilo asientos de Iberia). Una configuración excelente, para todos los gustos.

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Quienes viajan solos seguramente preferirán elegir los asientos más próximos a la ventana, que son los A y L de las filas pares. Quienes viajen en pareja seguramente elijan los asientos adyacentes del sector central, los D y G de las filas impares también. El resto, quedará con los asientos de las filas pares que se ubican más cerca del pasillo. Si bien no son los óptimos, tienen como ya mencionaba mayor privacidad que otros modelos similares.

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En esta ocasión viajaba con mi esposa, por lo que la opción ideal eran los asientos D-G de las filas impares, y elegimos la fila 7. De hecho estábamos asignados en otros asientos hasta un par de días antes del vuelo cuando se confirmó que el avión tendría la nueva cabina Polaris, y el sistema nos cambió automáticamente a estos asientos centrales, ideales para parejas.

Ubicado ya en el asiento 7D, me propuse investigar un poco el nuevo modelo. El asiento es muy cómodo, y bien amplio. Algo que es normal para asientos de business de aviones 777. Me encontré con un set de 2 almohadas, más un cubrecama y una frazada.

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El espacio para los pies es bastante generoso, y mejor que en otros modelos de asientos. Generalmente en los asientos tipo espina de pescado que son inclinados, queda un espacio angosto para los pies que puede volverse algo incómodo. Este no es el caso en los nuevos asientos United Polaris.

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Los controles del asiento están dispuestos en una moderna botonera. Una particularidad es que ofrece una rueda para mover el asiento que es bastante práctica.

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La pantalla tiene un tamaño normal, de buena definición. Se puede operar con el control o en forma táctil, como la mayoría.

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Al costado de la pantalla hay un pequeño perchero. Mirando hacia el otro lado encontramos una mesita con enchufes universales y USB, el control del entrenamiento, y un compartimento con un espejo y buen lugar para guardar cosas.

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Allí encontraremos también los auriculares, que no son gran cosa pero cumplen su función. También tenemos una pequeña luz de lectura al costado.

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La mesa es bien grande, como viene siendo la norma en los nuevos modelos de asientos. La misma se desplaza desde abajo de la pantalla, y tiene dos posiciones: completamente extendida, o apenas extendida, ideal para apoyar algún vaso u objeto pero al mismo tiempo poder salir del asiento.

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Si observan debajo de la pantalla también hay otro conector USB y un pequeño espacio para guardar cosas que aunque no es profundo puede servir para dejar el teléfono celular por ejemplo.

Los asientos centrales tienen una división que se puede subir, si es que viajamos al lado de un desconocido.

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El amenity kit contiene en su interior cepillo de dientes, pasta, crema humectante, medias, entre otros, todo con la distinción United Polaris.

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En general la cabina me pareció excelente. Los asientos son muy cómodos, y la configuración se adapta a las necesidades de todos los viajeros. Como mencioné arriba, creo que toman lo mejor de los distintos asientos disponibles del mercado, optimizando al máximo el espacio.

Es de destacar que todos los asientos tienen acceso directo al pasillo y reclinan 180 grados (algo ya estándar, pero que por ejemplo Aerolíneas Argentinas no lo tiene).

Esta configuración de asientos United Polaris pasa a ser de mis preferidas en ejecutiva para volar a Norteamérica. Están muy por encima de Aerolíneas y LATAM (quienes no ofrecen acceso directo al pasillo en todos los asientos, excepto en la nueva cabina). También la prefiero a American o Delta, que tienen asientos “espina de pescado”, muy cómodos para quienes viajan solos pero algo molestos cuando viajamos en pareja.

El vuelo

A los pocos minutos de embarcar pasaron ofreciendo una bebida, junto con el menú de comidas.

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Antes de despegar nos tomaron la orden de la cena. Luego de esto sintonicé lo que probablemente es el mejor entretenimiento a bordo ofrecido por alguna aerolínea: se puede escuchar en vivo la comunicación de la cabina con el control de tráfico! Todo, desde las comunicaciones de tierra, autorización de push-back, rodaje. Es realmente alucinante para cualquier #AvGeek.

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Salimos con algunos minutos de retraso hacia el este, despegando por la pista 11 de Ezeiza. Ascendimos con rumbo a Rosario, para luego virar hacia el Pacífico.

A los 20 minutos de vuelo pasaron ofreciendo una toallita refrescante. Un detalle que siempre es bienvenido. Minutos más tarde comenzó el servicio con bebidas y frutos secos. Algo para mejorar es que la selección de vinos no figura en la carta (o al menos no la ví).

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Luego el servicio siguió con la entrada que consistía en unos camarones con palmitos acompañados de ensalada.

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De principal pedí el plato se salmón, que estaba muy rico.

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Mi esposa eligió la carne, que aparentemente también estaba muy bien.

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La presentación como verán no era de lo mejor. Nada grave, pero que vale la pena mencionar.

Por último pasaron ofreciendo el postre. Esto lo hacen con un carrito dedicado, del que cada pasajero puede elegir.

Había plato de quesos, macarons, dulces, o sundae que consiste en helado de vainilla con salsa de chocolate, dulce de leche, frutilla y opción de nueves y almendras. Por supuesto elegí la última opción, para terminar livianito la cena.

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El helado estaba muy rico, y las salsas aún mejores. Lo único a criticar nuevamente es la presentación, que como ven en la imagen deja lugar a mejora.

Finalizado el servicio apagaron las luces de la cabina. Pedí un Baileys digestivo (?), y empecé a ver una película.

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Antes que me tomara por completo el sueño fui al baño a cambiarme.

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El baño es pequeño al igual que en economy. Sí ofrece algunos productos como crema de manos y cara de Sunday Riley, la misma marca de los productos del amenity kit.

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Ya con la cabina oscura, armé la cama y me propuse a descansar unas horas.

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La cama es muy cómoda, y realmente es útil que dejen tantas mantas y almohadas. Dormí muy bien por unas 7 horas.

Me desperté con el encendido de luces para el servicio de desayuno. Ya estábamos bien entrados en el Golfo de Mexico para ese momento, apenas a una hora de aterrizar en Houston.

Si hay algo que disfruto de volar en business es la calidad del descanso que podemos disfrutar en vuelo. Claro que también se disfruta el resto de la experiencia, pero para mí lo más valioso es tener un asiento amplio, que se haga cama completa. Creo que ahí está el verdadero valor agregado de cualquier cabina de ejecutiva.

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Sirvieron rápidamente el desayuno, a elegir entre omelette o plato de frutas. Pedí omelette, aunque realmente no tenía mucha hambre. Venía servido con hongos, papas y salchicha. La bandeja se completaba con yogurt, frutas, mermelada, manteca y medialunas a elección. Demasiada comida para tan temprano.

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Finalmente durante el desayuno ya comenzábamos el descenso a Houston.

Wi-Fi y entretenimiento

Si bien el avión estaba equipado con Wi-Fi, no me pude conectar en ningún momento. Tampoco intenté mucho, ya que mi objetivo era dormir.

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La selección de entretenimiento a bordo es buena, y las pantallas tienen un buen tamaño y definición.

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La llegada a Houston

Fue momento de sintonizar nuevamente el audio de la cabina y disfrutar del paso a paso de la aproximación y aterrizaje en el aeropuerto intercontinental George Bush.

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Aterrizamos en horario, pero la fila de migraciones estaba bastante cargada y tardamos más de una hora en pasar, lo que hizo que perdiéramos la conexión a Seattle.

En un desenlace favorable fuimos reubicados en un vuelo de media mañana para seguir a destino, lo que permitió disfrutar de unas horas en la magnífica sala VIP Polaris de Houston IAH.

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Cómo reservar con millas?

Una de las mejores formas de emitir un ticket con United Airlines es usando millas LifeMiles.

Para un vuelo entre Argentina y USA en business class, LifeMiles nos pide 60.000 millas por tramo. Lo bueno es que el valor es el mismo si conectamos a cualquier punto de USA más allá de Houston, que es donde efectivamente vuela United desde Ezeiza. Entonces pagaremos también 60.000 millas por un tramo EZE-IAH-SEA por ejemplo.

Teniendo en cuenta las excelentes promociones de compra de millas LifeMiles que lanzan varias veces por año, llegando hasta valores de 0,012 USD/milla, podemos entonces pagar 720 USD más impuestos por un tramo entre Argentina y USA en esta cabina. Un precio excelente para disfrutar de este producto.

En un párrafo…

Una gran experiencia a bordo de la cabina business de United en uno de sus recientemente modificados Boeing 777-200. Asientos cómodos y bien privados. Usando millas LifeMiles resulta una de las mejores opciones para volar a Norteamérica desde Argentina, a un precio imbatible. Sin dudas la volvería a elegir en el futuro.

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